Las capas de la piel
La epidermis es la capa más externa y está formada por cinco estratos celulares. El más interno, el estrato basal, se halla dispuesto a modo de empalizada y se está dividiendo constantemente. Las células así producidas son empujadas a la superficie, pero, en el camino, su núcleo degenera y las células mueren, dando lugar al estrato más exterior o estrato córneo. Este, de un espesor de veinticinco a treinta células muertas, contiene una proteína insoluble e indigeridle llamada queratina, que es también el principal componente del pelo y las uñas. La producción de queratina es diferente en las distintas zonas del cuerpo; por ejemplo es mucho mayor en las palmas de la mano y las plantas de los pies, donde la presión y el roce son mayores.
La epidermis es la capa más externa y está formada por cinco estratos celulares. El más interno, el estrato basal, se halla dispuesto a modo de empalizada y se está dividiendo constantemente. Las células así producidas son empujadas a la superficie, pero, en el camino, su núcleo degenera y las células mueren, dando lugar al estrato más exterior o estrato córneo. Este, de un espesor de veinticinco a treinta células muertas, contiene una proteína insoluble e indigeridle llamada queratina, que es también el principal componente del pelo y las uñas. La producción de queratina es diferente en las distintas zonas del cuerpo; por ejemplo es mucho mayor en las palmas de la mano y las plantas de los pies, donde la presión y el roce son mayores.
El estrato lúcido, el quinto, sólo se encuentra, pues, en estas áreas engrosadas. Sus células contienen eleidina, sustancia transparente o “lúcida” formada por queratohialina, a partir de la cual se produce la queratina. La queratina se dispone en un entramado laxo que permite gran movilidad —particularmente en los animales en los que forma escamas—, pero que, al mismo tiempo, impide la penetración de bacterias, la absorción de agua exterior o la pérdida del agua corporal a través de la evaporación. Justamente encima de la capa más interna, ocho o diez filas de células poligonales con aspecto espiculado constituyen el estrato espinoso.
Al igual que el estrato basal, éste contiene también melanina, pigmento que forma gránulos que se van fragmentando a medida que la célula asciende a la superficie para desprenderse finalmente con la queratina. La melanina protege la piel contra la exposición excesiva a los rayos ultravioleta, cuya energía es absorbida por el pigmento, que se oxida y se vuelve más oscuro. Este proceso es el responsable del “bronceado” cuando uno se expone al sol durante cortos periodos. Si las células llegan a dañarse por una exposición excesiva, los melanocitos se estimulan, producen más melanina y con ello un bronceado más oscuro.
En la piel clara de los pueblos nórdicos, la melanina se localiza en los dos primeros estratos, mientras que en los originarios de climas tropicales se encuentra en todos los estratos. Algunos pueblos orientales, como los chinos, tienen en el estrato córneo y en la dermis otro pigmento, llamado caroteno, que confiere a la piel su característico color amarillo. El tercer estrato de la epidermis está compuesto por dos o tres capas de células que son la fuente de la queratina. Contienen gránulos de queratohialina a los que el estrato debe su nombre: estrato granuloso. La epidermis se halla en constante actividad reponiendo las capas que van desprendiéndose, lo que constituye un importante factor en el proceso de curación de las heridas o en el crecimiento de un trasplante cutáneo. La epidermis es exclusivamente celular, y la nutrición de los cinco estratos corre a cargo de los líquidos tisulares que difunden hacia arriba desde los espacios intercelulares de la dermis, situada debajo.
La dermis contiene los medios de nutrición, comunicación y control de temperatura de la piel. Consta de dos capas; la superior está irrigada por abundantes vasos sanguíneos que se extienden en todas direcciones en la trama de colágeno y elastina del tejido conjuntivo. El colágeno está constituido por haces de proteína fibrosa y algunos poseen también elastina, proteína que confiere elasticidad a la piel. Al parecer, los espacios entre estos haces están rellenos de una sustancia acuosa. Esta capa superior se llama capa papilar porque su superficie se halla aumentada extraordinariamente mediante papilas, pequeñas elevaciones parecidas a dedos y semejantes a las vellosidades del intestino delgado. Como los estratos de la epidermis están dispuestos encima de estas elevaciones, el más exterior se halla estructurado en una serie de surcos y crestas que reciben el nombre de crestas epidérmicas y que, además de modificar la apariencia externa de la piel, originan las diferencias fácilmente detectables de las huellas dactilares de los distintos individuos.
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